Por mucho tiempo, las personas invidentes estuvieron privadas del conocimiento. Era una época en la que muy difícilmente una persona con discapacidad visual podría alcanzar una vida común y corriente. Sin embargo este tormento para los invidentes vería su ocaso a partir de 1829, cuando se desarrolla el método de escritura y lectura Braille.
Se trata de un sistema en el cual el sentido del tacto puede llegar a sustituir, al menos parcialmente a la vista para leer y escribir. Desde su invención no ha hecho más que cambiar la vida de quienes por el azar no pueden ver.
¿Qué es el método Braille?
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Este no es más que un sistema mediante el cual las personas invidentes pueden leer y escribir. En ocasiones suele también conocérsele como cecografía y tiene su génesis en los desarrollos del Galo Louis Braille quien a la vez se basó en un previo sistema de comunicación militar.
El propio creador de esta técnica era ciego y desde muy temprana edad se dedicó al perfeccionamiento de una técnica que muy pronto se convertiría en un estándar global. Con tan solo unos cuantos puntos marcados en relieve, personas invidentes pueden leer cualquier texto y escribir lo que deseen.
¿Cómo funciona el sistema Braille?
No se puede considerar al sistema Braille como un idioma en sí, sino más bien como un alfabeto con el que se pueden representar números, letras, signos de puntuación, símbolos de operaciones matemáticas e incluso notas musicales. Con tan solo un conjunto de puntos las personas invidentes pueden dejar plasmada información y luego leerla cuando sea necesario.
Durante los primeros días de este método el sistema consistía en 8 puntos, aunque con el paso del tiempo pasaron a los 6 que hoy en día conforman el mismo. Para informática, algunas veces se utilizan los 8 puntos originales. Son las terminaciones nerviosas de cada yema de los dedos las responsables de captar el estímulo de los puntos para interpretar el mensaje.
El funcionamiento del Braille es bastante simple, tan solo se trata de identificar combinaciones de puntos en relieve para determinar cada letra y finalmente descifrar un mensaje. No solo se trata de la posición de los puntos, sino incluso de su tamaño para determinar de qué letra, número, signo o símbolo se trata.
Con este alfabeto se pueden conseguir más de 250 combinaciones diferentes para identificar cada carácter. Por otra parte, el sistema Braille puede reproducirse de forma sencilla con ayuda de un pincho al inverso de una página o con ayuda de un ordenador.
El Braille funciona con todos los idiomas
Aunque originalmente está pensado según el alfabeto latino, puede ser interpretado por personas que hablen casi cualquier idioma que existe. La adaptación con el ruso, chino y árabe es relativamente simple, cosa que no sucede con el japonés o el coreano.
El primer sistema de numeración binario
Curiosamente, mucho antes del nacimiento de la informática el sistema Braille ya existía como el primer sistema de numeración binaria ampliamente difundido entra la población. Aunque su uso no tenía nada que ver con la informática, no deja de ser un dato muy curioso.